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A la vista de la tristísima experiencia resultante de la gestión de los sabelotodo que se hacen calificar como progresistas y sociales que nos administran como sociedad, la presencia de la sociedad civil se hace inevitable partiendo de una oposición a todo aquello que se viene demostrando como poco o nada efectivo, ni acertado, para quienes nos sentimos así mal administrados.
Y no nos referimos tan solo a la pandemia que nos ha causado más perdidas que la mayor batalla librada en una guerra civil. Porque en ayuntamientos y comunidades de toda España, habita otra peste, la de los intereses larvados e impuestos a espaldas de los administrados por parte de los partidos políticos. Tenemos en nuestra ciudad muchos casos y queremos empezar a poner en tela de juicio aquellos que están en estos momentos a nuestro más directo alcance. Queremos poner a la luz de la opinión pública unos datos para que nos ayudemos a comprender aquello de lo que nos hablan como administradores y las consecuencias a las que llegamos de no existir una comunidad de administrados debidamente informada.
Los intereses mal informados a los administrados, se convierten en intereses particulares, partidistas, y no pueden ir en contra del bien común, único concepto que pueda justificar la decisión política. Si se descuida el bien común esta queda deslegitimada, debiendo entonces acudirse a la razón que dictamina que en modo alguno poder es derecho.
Barajar un número determinado de votos en una coyuntura dada, no determina lo justo o lo injusto, es perverso; más si con ello no se respeta facilitar el razonamiento informando de la realidad.
Se presenta un plan de acción para suprimir una vía de comunicación, una infraestructura urbana (la Avenida del Molinón),al tiempo que como pretexto se acalla cualquier incertidumbre ante el ciudadano desinformado acudiendo a la argucia de la sustitución por otra infraestructura ya existente haciendo querer ver que ampliándola (Parque de Isabel La Católica) el imaginario popular lo ha de digerir como altamente deseable por paradisiaco pasando por alto el deplorable estado en que se ha dejado degradar dicho parque.
Por ello es conveniente que repasemos a través de esta completa recopilación de noticias publicadas en su día en prensa, el coste y daño que se pretende hacer al bien común, a las arcas municipales que provisionamos todos de llevarse a cabo tal proyecto.
Os rogamos la paciencia de revisar a través de estos enlaces lo que se pretende gestionar. Hay invertido mucho dinero en apenas 8 años y si ello no fuera poco hay otro documento emanado de un Acuerdo plenario de 14 de septiembre de 2016, hace apenas 4 años donde se fija y delimita lo que es el Parque.
Ya nos diréis si el asunto no es un ejemplo más de arbitrariedad impuesta, mala transparencia o gato encerrado.
No más “Trágala” si no justifican sus sueldos, tampoco hay que esperar transparencia en sus sobresueldos. Exijamos claridad.
Suprimir el tráfico a través de la Avda. del Molinon supone un claro exponente de como una administración del mismo signo neoconcienciada de su carácter democrático y progresista puede actuar en contra de sus actos sí o sí. ¿Qué hay detrás de esta arbitraria decisión?
Fdo. Representantes de la Asociación de Vecinos San Julián de Somió
