Querido Michi: te escribo esta carta para darte las gracias por tantas veces como me ayudaste transmitiéndome tus conocimientos sobre la parroquia de Somió. Siempre que Sole me mandaba escribir “algo” para este librito, siempre echaba mano de ti, siempre te preguntaba algo y tú siempre lo sabias. Pues aunque marchaste a vivir a Ramón y Cajal, con tu familia, dejando tu Fojanes del alma (el triangulo de las Bermudas, como decías) mantuviste siempre contacto con la parroquia y, sabias más de ella que muchos de los que vivieron y viven aquí.

Eras un hombre culto, emprendedor, lector, meticuloso… Te gustaba leer el periódico con minuciosidad para luego informarnos a todos de las más peculiares noticias, fijándote particularmente en las noticias referentes a la parroquia. Luego me lo comentabas, me preguntabas, bueno nos preguntábamos, cambiábamos impresiones y opiniones. Cada vez que nos encontrabas tenías algo que contarnos, algún recorte de periódico o libro que dejarnos. Conservo como oro en paño todos esos recortes con valiosa información que algún día emplearé para escribir en las revistas de la parroquia.

Recuerdo cuando me pidieron que escribiera por primera vez en esta revista sobre mi barrio El Pisón. Tú me trajiste información y juntos nos pusimos a contar cosas, cosas que yo ni sabía y en mi casa ni se acordaban. A muchos nos dejaste huérfanos de cultura con tu marcha definitiva. Yo digo que el 22 de julio murió mi padre biológico y el 29 de febrero mi padre cultural. Fuiste original hasta para abandonarnos, porque o te creas que nos acordaremos de ti cada cuatro años: ¡NO! nos acordaremos muchas, muchísimas veces; sobre todo cuando entremos en los lugares que te veíamos sentado con tus pequeñísimas gafas, leyendo el periódico, bueno estudiando el periódico y, como tú decías “poniendo las letras que faltan” (pues hasta los pasatiempos hacías). ¿A quién recurriremos cuando tengamos una duda y queramos aclararla? Pues cuantas veces te llamaba a casa para preguntarte algo por lo que había una discusión en el bar, tú lo aclarabas y cuando ibas allí, les llevabas el recorte del periódico o el apunte en tu papelito (que siempre llevabas en la cartera) para demostrar la verdad.

Somos tanto los que te echamos de menos…. Unos por la aportación cultural, otros porque un grifo rompió en el momento inoportuno, otros porque nos reuníamos contigo para pasar un rato agradable. ¡Te acuerdas de las excursiones que hacíamos los domingos? Aquellas excursiones a la nieve, al Naranjo de Bulnes y a muchos sitios más donde los niños íbamos en furgoneta y vosotros los adultos, en coche. Toda la pandilla reunida para pasar un día agradable, diferente. Nos ibas contando todo lo que sabías, que no era poco. Ponías la nota cultural en todas las excursiones, viajes… Aquellos viajes con el Sporting del alma, que tantos disgustos te ocasionó.