Autora: Soledad Lafuente
Celebrado el 15 de septiembre de 2018 en el Restaurante «Las Delicias»
En nombre de los integrantes de la Junta Directiva, nuestro sincero agradecimiento por vuestra compañía para celebrar este acto tan importante para nosotros: el cincuenta aniversario de la constitución de la Asociación.
Corría el año de 1967 cuando varios vecinos, familiares de muchos de nosotros, percibiendo las carencias de la parroquia de Somió en muchas materias comunes para todos, decidieron organizarse en asociación para conseguir más fuerza, más representación frente a las administraciones, principalmente ante el Ayuntamiento de Gijón, e ir resolviendo poco a poco los problemas generales que como acabamos de decir eran muchos y de variada índole en sus diez barrios.
Fueron varias las reuniones que mantuvieron hasta que por fin el 28 de enero de 1968 les aprueban legalmente unos estatutos que marcarían las pautas de organización por las que regirse y que fueron ratificados por la Asamblea General de Socios bajo el nombre de Asociación de Cabezas de Familia.
Dicen los estatutos que es una entidad de carácter privado, sin ánimo de lucro, con sus fines puestos en la defensa del desarrollo la conservación promoción y mejora de los intereses de sus asociados, siempre referidos a la vida en común de los mismos, en especial relación con la cultura, la educación, la sanidad, la seguridad y el medio ambiente y urbanismo. El ámbito territorial de actividad de esta Asociación es la parroquia de San Julián de Somió, parroquia que se extiende desde el río Piles hasta La Ñora a lo largo de la costa oriental gijonesa y lindando con las parroquias de Cabueñes y Castiello de Bernueces. Tiene una extensión de 10,5 kilómetros cuadrados.
En el año 1977 la adaptación a la nueva ley hace desaparecer Cabezas de Familia y pasa a denominarse “Asociación Familiar”.
Otra adaptación en el año 1993 pasa a denominarse como ahora la conocemos Asociación de Vecinos “San Julián” de Somió.
Varios artículos de aquellos primeros Estatutos son adaptados a las previsiones de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, aprobados en Asamblea Extraordinaria de Socios el 20 de febrero de 2003.

Nace por tanto esta Asociación en el año 1968, al amparo de la nueva reglamentación de participación democrática ciudadana, pero sus antecedentes hunden sus raíces en tiempos mucho más antiguos cual en Somió se trataban los problemas en el seno de unos adelantados ciudadanos agrupados bajo la denominación de Cabezas de Familia, que era todo lo más que permitía la legislación vigente. Sin embargo, continuista en sus fines siempre ha estado presente el interés en defensa de los intereses del asociado como en su momento fue el Esquema Director de la Costa Este, los distintos Planes Generales de Ordenación Urbana o las expropiaciones para sendas costeras; el POLA, la depuradora de Gijón, el catálogo urbanístico, el IBI, la ubicación de la semana negra o la pinza urbanística que constriñe a Somió. Siempre hemos aspirado a ser escuchados con propuestas y opiniones relacionadas con los problemas medioambientales y urbanísticos que en la actualidad continúan preocupando a nuestros asociados.
Desde aquel comienzo del año 1968 hasta hoy fueron ochenta personas las que hemos estado trabajando desde la junta directiva porque Somió fuese más igualitario, reclamando y apelando a las instituciones por las carencias y criticando la pasividad de las autoridades, quienes, al contrario, se han resistido a los deseos de los vecinos.
El magnífico equipo directivo actual, siempre abierto a cualquier tipo de colaboración entre vecinos y desde ahora con más medios para ello, tenemos reuniones semanales entre quienes componemos la Junta Directiva donde se expone la problemática que nuestra vecindad tiene a bien comunicarnos, por muy distintos medios, en especial aquellos lunes y jueves en que, de siete a ocho de la tarde, de forma institucionalizada nuestro local social permanece abierto para recibir las propuestas vecinales.
Las parroquias rurales de Gijón son toda una delicia para los ojos de los ciudadanos, y siendo Somió una perla bellísima, asistimos con impotencia a la pérdida del modelo de Ciudad Jardín en donde la tradición y la modernidad se dan la mano.
No somos un partido político, somos la voz de los ciudadanos pertenecientes a la sociedad civil actual y para el cumplimiento de sus fines, además de reivindicar mejoras urbanísticas y medioambientales, la Junta Directiva realiza y planifica actividades diversas a lo largo del año como viajes, excursiones y senderismo; homenaje a los mayores, el Día de la Ardilla, un certamen literario juvenil con la inestimable colaboración del Real Club Tenis donde también se realizan cursos deportivos dirigidos a nuestros socios, y otro certamen el de dibujo en el Museo Evaristo Valle.
Colaboramos de una manera directa en las festividades religiosas que celebra nuestra parroquia de San Julián como son la alfombra floral, la festividad del Carmen, adornos navideños o el concierto coral. Trabajamos por mantener el recuerdo de aquellos típicos “magüestos y esfoyaces» cuya recuperación desde hace veinte años, son todo un éxito de participación.
Organizamos concursos, como el gastronómico o de escanciado de sidra, y deportivos como el «tiru con gomeru»,» la rana» y » la llave», sin olvidar el tradicional torneo de fútbol entre los jóvenes.
Sin duda mantener y recuperar tradiciones evocando el pasado, es de las actividades que más motiva a los dirigentes vecinales. Así podemos citar la antigua costumbre de beber directamente de la pipa de sidra en “xarres” de barro, acompañado el trago con un sabroso “bollu preñau” a la más pura tradición asturiana en las fiestas del Carmen y que cada vez son más los visitantes que se acercan atraídos por su fama.
La alborada del Carmen es otra tradición recuperada si bien es ya más moderna, sobre tractores engalanados, dejando atrás el caballo con «xarré».
La bandera de Somió, bien motivado su diseño, que simboliza la unión de los diez barrios; el himno con esa preciosa letra que elogia la riqueza de nuestra parroquia Somionesa o convertir la masa encerrada sobre sí misma en pueblo, son ejemplos de nuestro buen hacer.
Mantener viva la imagen de Somió y sus gentes a través de la fotografía es una tarea inagotable que conservamos en un abultado dosier fotográfico; así como la publicación del porfolio de fiestas, el calendario de sobremesa o la Memoria anual que divulgamos, son todo ellos elementos que imprimen nuestra labor social en beneficio de nuestro querido Somió con el fin principal, que no único, de fomentar y desarrollar la convivencia entre todos.
Actualmente tenemos en marcha un proyecto de investigación del Somió Rural con estudio etnográfico y arquitectónico de las caserías tradicionales de la parroquia, que está teniendo buena acogida por parte de los propietarios y pronto verá la luz.
Mi deseo es que esta Asociación siga cumpliendo años con la misma credibilidad y peso social con que cumple estos primeros cincuenta años de existencia, asegurando así la defensa social de los Somineses en el futuro próximo.

Quiero agradecer a los socios vuestro apoyo incondicional, tengo que decir que me siento arropada y querida por vosotros, una muestra imprescindible para seguir asumiendo compromisos sociales.
Y a los compañeros que hoy formáis conmigo la Junta Directiva, agradeceros vuestra comprensión en los momentos de dificultad, que los hubo.
Creo, sin dudar a equivocarme, que todos los presentes tenemos hoy en mente a personas que formaron parte de la Directiva y anteriores presidentes de la entidad que ya no están con nosotros. Amigos que no tuvieron la oportunidad de conmemorar los actos del cincuenta aniversario ni disfrutar del tan ansiado local social que acabamos de inaugurar, pero seguro que están celebrando que, al fin, se haya hecho justicia con los vecinos de Somió.
