Fuente: La Nueva España
Domingo, 5 de Julio de 2020
Playas abarrotadas en Asturias. El buen tiempo llenó ayer la costa hasta los topes, pero los asturianos solo tuvieron mediodía de la playa, pues la pleamar dejó muchos arenales y de los más frecuentados, como el de Aguilar (Muros), Salinas (Castrillón) o San Lorenzo (Gijón) reducidos a la mínima expresión. En la gijonesa hubo lleno hasta la bandera. Desde el 8 de junio hay control de accesos para evitar aglomeraciones y se tuvo que impedir una vez más ayer la entrada. La Policía Local llegó a cerrar La Escalerona y durante horas el servicio de megafonía informó de que no era posible acceder «hasta nuevo aviso». La playa de Estaño, en Somió, también rozó el lleno, pero los socorristas -al estar en la zona rural no tiene sistema de control de accesos- no estimaron oportuno impedir la entrada de personas.
Los controles a las playas urbanas de Gijón, o sea, San Lorenzo, Poniente y el Arbeyal, recaen sobre la empresa que gestiona los serenos de la ciudad. Son 37 efectivos cuya labor es informativa, nunca sancionadora. En San Lorenzo, hay escaleras de entrada y de salida. La división de opiniones sobre la eficacia de la medida es patente. Enrique Gutiérrez, vecino de Gijón, ensalzó la labor de los controladores. «Restringir los accesos es imprescindible», indicó. Por su parte, María Cienfuegos y Ana Junquera recelaron del plan. «Hay demasiadas escaleras cerradas. A la mínima que hay marea alta, se cierra», puntualizaron.
De esta forma, muchos bañistas habituales de las playas de Gijón eligieron ayer la castrillonense de Salinas en un vano intento de buscar arenales con menos gente. Los usuarios apoyan las medidas del Principado y piden responsabilidad. «Hay que llevar mascarilla si es necesario y guardar la distancia de seguridad y cumplir cualquier otra medida que se imponga», afirman.
El leonés Alejandro Polvorinos fue uno de los que pasó ayer el día en Salinas. Normalmente, acude a San Lorenzo, en Gijón. «Creía que iba a haber menos gente», dijo.
El corverano Rogelio Alonso vive en Las Vegas. «No me puedo bañar pero vengo todo el año a pasear. Ahora hay mucha gente pero en condiciones normales no es necesaria la mascarilla. Sí hay que usarla en el autobús», afirmó. Ellen Túpano, de Oviedo , opina: «En la playa es exagerado usar mascarilla pero sí hay que tener precaución y cumplir las medidas de seguridad». Moisés Antón Fernández reside en Olloniego y va a las playas de Gijón, aunque ayer se decantó por Salinas. «Me da más seguridad porque es una playa más abierta que la de Gijón. Las administraciones tienen que tomar medidas que los ciudadanos debemos de cumplir. Veo que en la playa, por lo general la gente las cumple», apuntó Moisés Antón.