¿Habéis estado alguna vez?

Porfolio Fiestas de El Carmen de Somió 2011

A pocos metros de la Plaza de Villamanín y presidiendo uno de los rincones más bonitos de la aldea de Somió nos encontramos uno de los chigres que desprenden cierta solera y que ocupa una casa escriturada en el año 1.840.

Así comienza la historia de un bar que, en sus inicios, tuvo como destino ser almacén de vinos que fue conocido con el nombre de “CASA ALVARIN” y fue regentado hasta el año 1.960 por D. José Prieto Cifuentes, cuyo padre se llamaba Álvaro y de ahí nació el nombre de chigre. Años más tarde – entre 1.963 y 1.966 – estuvo arrendado a un matrimonio de la zona con buen nombre – Paco y su mujer Visita -. A partir de aquí comienza la aventura de no poco largo recorrido de los actuales propietarios, Víctor e Isabel.

Víctor, originario del país vasco, comenzó su labor de camarero en algunos establecimientos de Bilbao. Isabel, de origen castellano, hija de agricultores vinieron a Gijón en busca de mejores posibilidades y así, al poco de casarse supieron de un chigre en Somió, bien conocido por su solera, que se alquilaba y decidieron cogerlo, pero le cambia el nombre por el hoy conocido como CASA VICTOR y en cuanto pudieron adquirieron el local y la vivienda.

El pequeño chigre ocupa la planta baja con sabor antañón de barra, estanterías y media docena de mesas de madera. Ante la puerta principal, siempre que el tiempo lo permite, se instalan una docena de mesas entre frondosos árboles centenarios que nos invitan a sentarnos en esta fresca y rustica terraza a degustar la oferta gastronómica de un clásico y una sencillez absolutos y cuyas tertulias van más allá de lo imaginado.

Así que, en este chigre, podemos degustar LES PARROCHINES Y LOS BOCARTES fritos en sartén, las ya conocidas TORTILLAS de PATATA y TORTILLAS de BOCARTES, los CALAMARES FRITOS y los CALAMARES con PATATINES y ¡como no! Los HUEVOS FRITOS con chorizo y patatas, también embutidos y quesos castellanos.

Todo ello ha constituido un proyecto de largo y lento recorrido, con sus más y sus menos, teniendo en cuenta que, el Somió del comienzo de los años 70 dista mucho de ser el que hoy tenemos.

Actualmente, el chigre sigue regentado por Víctor e Isabel, pero, con la colaboración de sus hijos que, poco a poco van entrando en materia de un chigre que ya va para más de 40 años de funcionamiento. Así es la sencilla historia de un clásico establecimiento en nuestra aldea de SOMIÓ.