Si quieres, puedes

Autora: Asunción Rivero Cuesta

Porfolio de las Fiestas de El Carmen 2016

Andrea Fernández Gorgojo nació en Oviedo en 1993 pero, con un año, se trasladó a vivir a la parroquia de Somió, a la Urbanización el Pisón, por eso puntualiza, “soy gijonesa”. Comenzó sus estudios en el colegio público Las Mestas, continuando en el colegio y en el instituto El Piles, siempre con un excelente expediente académico. Inició la carrera en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, en el Grado en Ingeniería Química Industrial, especialidad en Materiales, siguiendo los pasos de su padre y su hermano mayor, especialidad que escogió por considerarla atractiva y que la llevaba a la investigación. Sus planes son la investigación y la docencia.

Andrea estuvo y está muy vinculada a la parroquia, asistiendo y formando parte de los muchos y diversos eventos que se celebran. Con ocho años empezó en el Grupo de Baile San Julián de Somió, donde estuvo diez años y lo dejó con pena, melancolía…, pero aún se acuerda de los bailes, las canciones, de su arco y, siempre que puede, las va a ver y a saludar. Participó en todas las fiestas, acudió al Certamen de Pintura de las Fiestas de El Carmen, fue Primera Dama de las fiestas en 2004, quedó campeona en el “juegu de la rana” en su categoría, hizo encaje de bolillos movida por la afición de su progenitora…

Siempre está dispuesta a ayudar, a participar, colaborar y siempre con una sonrisa. De ella cabe destacar la humildad, sencillez, constancia, trabajadora, su saber estar… Su máxima es: “Si quieres, puedes, y, si puedes, siempre al máximo; ya que te pones, hazlo lo mejor que puedas y bien”.

Hablando con ella el tiempo pasa rápido. Me habla con pasión por lo que hace, derrocha alegría. Se entusiasma con su trabajo y se emociona con los halagos. Actualmente vive en Madrid, con el pensamiento en Gijón. Necesita volver a casa, la morriña de la tierra se instala un poco en ella y eso que sus padres la acompañan siempre que pueden en Madrid. Aunque se adaptó bien a la vida en la capital, pues está rodeada de buena gente y de buen ambiente.

El último año de carrera le concedieron una beca de colaboración y estuvo trabajando con materiales compuestos en Gijón en el Departamento de Materiales de la Universidad. Por la mañana, y cuando terminaba las clases de tarde, se acercaba hasta el laboratorio. eso le sirvió como trabajo de Fin de Grado (carrera) e hizo las prácticas en el INCAR (Instituto del Carbón en la Corredoria), trabajando en las múltiples utilidades del Grafeno.

Al acabar en Gijón, salieron becas para el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados de Materiales para estudiantes de último curso de carrera o de máster. La admitieron por su curriculum y perfil en una entrevista por videoconferencia. Se fue a Madrid en junio de 2015 para el IMDEA, sólo para tres meses, pero comenzó allí el Máster en Ciencias e Ingeniería de los Materiales en la Universidad Carlos III, en Leganés, con un contrato de investigación por la mañana y de docencia bilingüe en los laboratorios,  dando prácticas de Ciencias y Tecnología de los Materiales (industriales) e Ingeniería Ambiental a diferentes especialidades (telecomunicaciones, aeronáutica, industriales, informática), juntando a una centena de alumnos de 3º de carrera y, por la tarde, en el Máster como alumna. Su trabajo Fin de Máster está centrado en el estudio de las baterías de iones de electrolito sólido, concretamente, en la sustitución del Litio por el Calcio. Se persigue la utilización de este metal por su abundancia en la naturaleza y buena conductividad. En cambio, su mayor peso le convierte en uno de sus principales inconvenientes.

Ya tiene una publicación en una revista científica internacional con el trabajo realizado durante el verano. Al terminar el Máster comenzará el Doctorado. Le ofertaron varias posibilidades, pero destaca la oferta de IMDEA en Getafe para trabajar con Grafeno en aplicaciones en el sector de la robótica para el proyecto de una empresa privada. Allí seleccionan mucho al personal, pero parece que con ella lo tienen muy claro desde que la vieron trabajar durante los tres meses de verano que estuvo con ellos. La otra oferta proviene de la Universidad Carlos III de Leganés, donde actualmente está haciendo el Máster. 

En junio asistirá a un Congreso Científico Internacional de Materiales en la Politécnica de Gijón para exponer su trabajo de las baterías de Calcio. La asistencia es estricta y rigurosa, sólo científicos y con invitación. Está muy ilusionada con este congreso; uno, porque es la universidad en la cual estudió, “Profeta en su tierra”, y otro motivo es porque en este tipo de exposiciones se intercambian conocimientos entre científicos de todo el mundo.

Esta es Andrea, una joven con 23 años recién cumplidos cuando se publique este artículo, con una brillante carrera y un brillante futuro. Una chica menuda, sonriente, feliz con su trabajo y su entorno, pendiente de todo y de todos. Entusiasmada y entusiasta que, después de las largas jornadas de trabajo y estudio diario, va a pilates o yoga para desconectar. No olvida a sus amistades, las necesita para cargar las pilas, pero no las que estudia e investiga, sino las suyas propias, el motor de su vida. Defiende con uñas y garras a los científicos españoles alegando que son más trabajadores y que con menos medios consiguen muchos y buenos resultados.