INTRODUCCIÓN
La Asociación de Vecinos San Julián de Somió, presente en todo cuanto represente la promoción, la salud, el bienestar y la cultura que, en Gijón, y de manera muy especial afecte de forma directa a los somioneses, es consciente de que el 11 de febrero de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/RES/65/154, decidió proclamar el año 2013 como Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. La resolución 65/154 invita al sistema de Naciones Unidas y a todas las partes interesadas a que aprovechen el Año Internacional para promover actividades a todos los niveles, también a nivel internacional cuando corresponda, a fin de alcanzar los objetivos relacionados con el agua convenidos internacionalmente que figuran en el Programa 21, el Plan para su ulterior ejecución, la Declaración del Milenio y el Plan de aplicación de las Decisiones de Johannesburgo, y a que se siga concienciando acerca de su importancia.
Como actores sociales, la Asociación San Julián que ya en el año 2009 realizó una recopilación de fuentes y lavaderos existentes o pretéritos en el ámbito de la parroquia de Somió, quiere volver a poner en relevancia esta riqueza y patrimonio que afortunadamente aún conservamos. Y lo hacemos con amor hacia nuestras gentes dentro de esta inspiración, al tiempo que pretexto de la organización internacional y su concepto de lo que debe ser un año internacional dedicado a un aspecto fundamental para la humanidad.
Esperamos que un acto tan simple como el de reunirnos en torno a una fuente de nuestra parroquia y celebrar un centenario de una iniciativa vecinal en torno a proporcionar un servicio a la comunidad relacionado con el agua sirva para fortalecer el sentimiento de vecindad, enaltecer los sentimientos de cooperación y reconocimiento a quienes han creado futuro mediante la fe firme en proyectar y llevar a cabo obras en bien de la comunidad en la que se vive.
Queremos honrar su memoria pincelando algunos de los datos que de este proyecto vecinal conservamos como estímulo a lo que emprendamos tras este centenario. Comenzamos por la circular que la comisión daba cuenta en 1913 de lo hecho sobre el proyecto dificultoso iniciado en 1907.
“Se construyó frente a la finca del Sr. Bauer, un depósito con cabida de 40m3, y contiguo al mismo, una fuente. También se instaló un abrevadero, pero éste, que puede conceptuarse de servicio particular, fue construido por los vecinos D. José García y García y D. Manuel Tuya, que es a quienes sirve más directamente.»
Y para terminar debemos resaltar de todo lo que sabemos del caso que:
«…la comisión compuesta por: Julián G. Posada (Párroco) y Presidente.- Máximo Loché.- Robustiano Infiesta.- Benito Cifuentes.- José García.- Alejandro Tuya y A. Moriyón envían una circular a los vecinos relacionando los suscriptores, así como el detalle de los gastos ocasionados en las obras de fuentes, abrevaderos y encachados en la Parroquia de Somió que ascendieron a 9.321,15 pesetas y según el detalle que acompañaba la circular fueron en tuberías, tubos, grifos y llaves; jornales de toda la instalación así como la construcción de depósito y anuncios para contratar zanja.»
Saludamos y agradecemos la presencia en este acto conmemorativo, al párroco D. Luis Muiña Blanco, al Director Gerente de la EMA D. Pablo Álvarez Cachero y al Concejal de Mantenimiento y obras de Infraestructuras del Ayto. D. Manuel Arrieta
Y a todos los vecinos y amigos que hoy os habéis sumado a esta celebración, algunos de los cuales son descendientes directos de las personas que en 1913 trabajaron por la traída de aguas a Somió, muchas gracias.
ACTO CONMEMORATIVO. CENTENARIO DE LA FUENTE JOSÉ ROSA
Resulta estimulante que una comunidad haga un alto en el camino, vuelva la vista atrás para reflexionar ayudándose del recuerdo.
En estos tiempos donde la leche parece que proviene solo de extraños envases y hasta el agua parece fabricada por alquimistas de mercadotecnia, es agradable recordar que el disponer de agua supone un hito en la historia de cualquier población y que su salida ordenada en cada casa nos ha alejado de enfermedades, nos ha acercado a la higiene y evitado pesadas tareas en los tediosos acarreos en calderos y ferradas.
Desde tiempos inmemoriales disponer de agua es motivo de celebración. El agua es y debe ser una fiesta. Estamos en el año internacional del agua. Somió lo hace notar con este acto.
Apenas recordamos la importancia que en aquel agro ganadero Somió decimonónico tendrían los periodos de estiaje, nada tenemos documentado al respecto, pero si hemos documentado memoria de la existencia de muchas más fuentes y humedales que los que ahora aún conservamos.
De la importancia del agua fueron conscientes nuestros antecesores, nos dejaron testimonio, hasta el punto de protagonizar una auténtica revuelta vecinal en nuestra parroquia, motivados precisamente, por el uso de la misma. De ello hablaremos más adelante.
Si hay en nuestra parroquia poca presencia de pozos es debido a su orografía unida a la escasa profundidad de nivel freático y explicación de la cantidad de afloramientos en fuentes y manantiales.
Fueron estas abundancias quienes dieron, a los escasos somioneses de aquellos tiempos, una industria cual fue la de los acarreos del necesario líquido al centro gijonés, los aguadores, e incluso una industria sifonera, no muy alejada de esta fuente que hoy protagoniza este acto conmemorativo. También propició la presencia de artesanos del barro, nuestros tarreros.
De la abundancia de fuentes derivan los abundantes lavaderos auténticos transmisores de noticias entre el vecindario y una frondosidad que malamente conservamos en nuestras reconfortantes carbayeras con las que mantenemos la deuda de su mantenimiento al igual que aquellos vecinos de 1907 se unieron hasta conseguir poner a salvo el abastecimiento de agua para la subsistencia de muchas familias.
Los hechos fueron así, la propiedad colindante de Fernando Bauer pretendió acopiar la totalidad del caudal que aquí manaba pese a que los vecinos ya habían elaborado un proyecto en abril de dicho año 1907 y dicha finalidad. El pleito fue inevitable y pese al apoyo a los vecinos ante los tribunales del Ayuntamiento, perdido. Pero fue tanto el descontento que los vecinos, comisionados, refrendados municipalmente, retomaron la obra por suscripción popular hasta el punto que en el año de 1917 el Sr. Bauer se deshizo de la propiedad y un año más tarde la comisión de vecinos daba cuenta de la obra realizada.
Este acto organizado por la Asociación de vecinos San Julián surge inspirado por haber sido el año 2013 declarado por la UNESCO “año internacional de la cooperación en la esfera del agua”





