Los comienzos, compaginando el trabajo con la crianza de sus tres hijos, Beatriz, Carlos y Diego, fueron difíciles pero gratificantes. Al cabo de unos años la carnicería pasó a ser un referente de reconocido prestigio en la zona y en la ciudad, llegando a ser recomendada en el número 114 de la revista gastronómica Club de Gourmets. En 1988 toma el nombre de Carnicería Lafuente, incorporándose al negocio familiar el segundo hijo del matrimonio, Carlos, que hasta la actualidad desarrolla su labor asesorado por los sabios consejos de sus padres, verdaderos artífices de lo que hoy es uno de los establecimientos más veteranos de Somió.