Cooperativa de agua «Alto Infanzón»

Autor: J. M. Díaz

Porfolio fiestas de El Carmen 2004

Todo se inició en el mes de marzo de 1969. Hasta esta fecha todos los vecinos se conformaban con utilizar el agua de filtración de los rudimentarios pozos y que, en la mayoría de los casos, ni cubría las más elementales necesidades de los usuarios, ni contenían agua en la época de estiaje. Era una aceptada herencia que con resignación venía persistiendo en el tiempo. Una limitación vital que ponía cortapisas a un desenvolvimiento normal tanto en las faenas agrícolas y ganaderas, como para la futura expansión residencial de una maravillosa zona; herencia repito, que iba pasando a través del tiempo de padres a hijos. Una novedad había sido la canalización a domicilio, del manantial conocido como de Fuentes. No fue una solución completa, por cuanto que ello no cubría más que una limitadísima parte de las necesidades. Cabueñes, tanto en el aspecto agrícola, ganadero y residencial era zona de privilegio y con grandes posibilidades que precisaba una solución urgente para localizar suficiente agua potable.  

Sin miramientos especulativos, a cuero limpio, como se hacen las obras que llevan el camino de los que perdura como algo grato, un grupo de personas encabezan la comisión que se encarga, con los respectivos técnicos, de hacer un concienzudo estudio. Aquí empieza todo a tomar cuerpo. Sin embargo, en el aire quedan varias incógnitas: ¿habrá agua suficiente para todos, en un sondeo, que se señala técnicamente en la parte comprendida entre el Alto del Infanzón y la vaguada de detrás de la Granja de Lloreda, a la derecha según se bien de Villaviciosa? Se anunciaba que había que realizar, como mínimo, una perforación de 80 a 100 metros. Su precio: de dos mil a tres mil pesetas metro. ¿Quién se dispondría a correr el riesgo? Ante esta perspectiva no quedaba otra alternativa que buscar cincuenta socios que quisieran comprometerse a pagar, inicialmente, cinco mil pesetas cada uno. Una segunda reunión en el Mesón del Infanzón, abre paso al optimismo, aparecen los entusiastas que empiezan a perfilar lo que sería la Cooperativa de aguas Alto del Infanzón, inscrita en el Registro de Cooperativas del Ministerio de Trabajo.

El 16 de enero de 1970 nace la Cooperativa. La Caja Rural abre una cuenta para que allí depositen lo estipulado los cooperativistas. Ya hay dinero suficiente para iniciar la empresa. La Junta Rectora de la Cooperativa está presidida por Don Cesar Díaz Telenti, teniendo como compañeros de gestión a Don Adolfo Menéndez Menéndez, vicepresidente; Don Jesús Fuentes Villa: secretario, Don José Santurio Rendueles: tesorero, más ocho vocales que, con el Consejo de Vigilancia, componen el órgano rector de la misma.

Se inició el sondeo en el lugar mencionado. A los 12 metros afloró una primera capa de agua, a los 17 hay signos de una nueva aportación. El interés va en aumento. Entre los 60 y 80 metros de profundidad aparece una veta que sería definitiva. Aparece agua a razón de 4 litros por segundo. Poco después ya se alcanzan los 10. La euforia comienza a dejarse sentir entre los vecinos y así, de 30 vecinos adheridos inicialmente se pasa en pocos días a los 50… luego la cantidad se amplía hasta los 63. Con una aportación inicial de ocho mil pesetas por vecino se había iniciado la obra, cuyo sondeo había alcanzado las trescientas mil pesetas.

Una vez apareció el agua suficiente se instaló una modernísima planta depuradora, cuyo coste rebasó los dos millones de pesetas de inversión, más un depósito regulador de 650.000 litros. Técnicamente se podía considerar como lo último que había en el mercado. A tal extremo llegaban estas instalaciones que por ingenieros expertos se llegaron a considerar como un lujo la colocación y funcionamiento de algunos aparatos que complementan la planta, sin los cuales se abastecía de agua importantes ciudades.

La Cooperativa continúa aumentando de forma frenética hasta llegar a contar con más de 40 km. De red de distribución abasteciendo amplias zonas de Somió, La Providencia, Cabueñes, incluso Deva; convirtiéndose por extensión, número de asociados (llegando a contar con 750) y volumen de agua depurado y distribuido, en una de las cooperativas más importantes del Concejo de Gijón. Pero en la década de los noventa comienzan los problemas. La creciente demanda en la zona unida al fuerte incremento del consumo de agua por vivienda hacen que las instalaciones resulten escasas y los 50.000 litros/hora capaces de depurar y elevar al depósito general de distribución son ahora insuficientes en los meses de verano. Esta situación unida al progresivo envejecimiento de la red de distribución, la ubicación de las tuberías, que en muchos casos atraviesan fincas particulares, y la falta de sección en algunas zonas obligan a la Cooperativa al inicio de las negociaciones con la Empresa Municipal de Aguas de Gijón para que acometan las obras necesarias que garanticen el suministro de agua en la zona servida por la Cooperativa. Que concluyen con la disolución de la misma, prevista para el mes de junio de 2004.

Se termina así un ciclo de más de 34 años prestando el servicio de suministro de agua, con no pocas dificultades, pero siempre con el apoyo, la compresión y la colaboración incansable de sus asociados, que han sabido entender estas dificultades y disculpar las deficiencias habidas en algunos momentos en el servicio. A todos ellos el más sincero agradecimiento.

Cooperativa agua

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