La Quinta Pidal

Autora: Asunción Rivero Cuesta

Porfolio Fiestas de El Carmen 2019

La Quinta Pidal fue una de las mayores fincas en extensión y antigüedad de Somió. Comprada por político y académico Alejandro Pidal y Mon en 1860, unas 10 hectáreas.

Se extendían desde la carretera de Somió hasta los terrenos que actualmente ocupa el Museo del Pueblo de Asturias. Limita al este con la casería de Casa Casín, por el oeste llega hasta la Ería y el lindero suroeste lo marca el Arroyo del río el Pisón, zona conocida como el Balagón, era una tierra muy fértil.

La finca tenía y tiene una capilla bajo la advocación de la Virgen Nuestra Señora de la Pera.

Otro edificio es denominado “el Palomar” porque en su parte superior había unos nidales para las palomas y su utilidad era para guardar los aperos de labranza que utilizaba el jardinero y como garaje de los coches de la casa principal. En los años 90 fue acondicionado como vivienda qué es el uso actual.

Con el tiempo se construyó una casería a 200 metros al norte del edificio principal para el mantenimiento de las extensas tierras. Allí vivía el personal de servicio, tenía cocheras para los coches de caballos, cuadra para ganado, gallinero, llagar. Era el primer edificio que encontrabas al entrar a la finca y se pasaba por debajo de él por un arco. Actualmente está incluido en catalogación ambiental. Varias varas de hierba cerca de este edificio, se utilizaba como forraje para los animales que procedían de la propia finca. En verano, tiempo de la hierba, enganchaban un caballo a diferentes máquinas para realizar esas labores tenían segadora, volteadora, esparcedora …

La casa era abastecida con el agua mediante una bomba de una fuente con lavadero que había en la finca, La Fuentona, más conocida como fuente el Pisón, aún se conserva. Había otra fuente, La Fuentina, con bebedero y se utilizaba para llevar el ganado a hidratarse o para riego.

En torno al Arroyo de El Pisón existía una charca donde abundaban las aves acuáticas, principalmente patos. Allí iban a cazar para lo cual muchas veces lo hacían en pequeñas lanchas por entre las cañaveras o juncos de ahí el nombre de “Cañaveral”. A finales de los años 60 esa amplia zona se comenzó a rellenar y así utilizarla como tierra de cultivo dónde plantaban alfalfa, maíz, remolacha…

Cerca del edificio principal había una huerta donde el jardinero plantaba fabes, guisantes, tomates, pimientos, lechugas; productos de la huerta para consumo propio.

En la Quinta había varias personas que se dedicaban a su mantenimiento. Los caseros que llevaba la casería, cultivaban la tierra y el personal de servicio de la casa principal integrado por cocinera, pinche de cocina, asistente de los señores, asistente de los niños, chofer, jardinero y administrador.

En la Quinta Pidal su fundador Alejandro Pidal y Mon, Zar de Asturias, casado con Ignacia Bernaldo de Quirós pasaba con su familia, compuesta por 15 hijos, los veranos pues era algo más que un lugar de descanso, solían aprovechar la huida de la vida del riguroso calor de la Corte. Somió, era la “Meca asturiana”. Hubo días que llegaron a dormir 50 personas.

También fue el refugio preferido de su primogénito Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, Marques de Villaviciosa que nació esta residencia de Somió. Solía hospedarse allí siempre que acudía a sus obligaciones en la Fábrica de Mieres. Él fue quien impulsó la creación del Parque Nacional de Montaña de Covadonga y el primer alpinista que escaló el Naranjo de Bulnes junto con Gregorio Martínez. Se casó con Jacqueline Gilhou. Uno de sus hijos, Alejandro Pidal Gilhou, casado con M.ª del Carmen Martínez de Irujo Caro fue el siguiente inquilino. El menor de los hijos, Enrique Pidal Martínez de Irujo, más conocido como Quique Pidal, casado con M.ª Asunción García Cueto-Felgueroso, son actuales moradores de la casa principal.

Esta gran finca fue incluida en una unidad de actuación en la década de 1980 lo que propició que fuera parcelada para la construcción de viviendas unifamiliares en lo que se denominó Colonia el Pisón.

Quique siempre mantuvo viva la esencia de la Quinta Pidal conservando recuerdos, libros, trofeos… Gracias a él y a su familia puedo escribir este artículo, pues en varias conversaciones antes de su fallecimiento me aportó muchos datos, libros, artículos y me contaba con gran pasión las anécdotas y vivencias que guardaba las paredes a casa. Recuerdos como que allí pernoctó unos días el Rey Emérito Don Juan Carlos I siendo Príncipe de Asturias, que vino a visitar las industrias de la familia Pidal. O la visita de la Duquesa de Alba, Doña Cayetana Fitz-James Stuart, pues su primer marido era primo suyo. O la vinculación con la Madre Maravillas de Jesús fundadora de la orden Carmelitas Descalzas.