Autora: Asunción Rivero Cuesta
Porfolio Fiestas de El Carmen 2013
José Ángel Villazón Valle llegó a Somió siendo un chaval. No nació aquí pero conoce todos y cada uno de sus recovecos, así como personas, cosas, manías, costumbres… Ángel nació en San Justo (Villaviciosa) con estos datos no muchos le conocerán, pero si digo “Macuto” ya todos sabrán quien es. Este apodo lo heredó de su padre. Con seis años empezó a servir en casa de Corsino El Mariñán de San Justo. Allí llendaba les vaques, “era mayor la guillada que él”, como ropa de abrigo un sacu trapiellu y como calzado unes alpargates rotes. En la Parroquia Maliaya acudió a la escuela e hizo la Primera Comunión.
Con 15 años llegó a Somió, asesorado por un hermano que estaba en Viesques y aterrizó en “Casa Lalo”. Ayudaba a las labores de la casería, alojándose en una habitación que había debajo de uno de los hórreos de delante de casa. Se adaptó muy bien a su nueva Parroquia, acudió a la escuela de D. Alberto en “El Centro” situado en el actual camino del Dr. D. José Muñiz. Allí donde veía una pelota moverse, paraba él. Cuando iban a segar a Candenal, por la zona de la carbayera, al regresar Lalo venia sentado en la parte delantera del carro guiando el caballo y él atrás entre la pación, al pasar por el “Campu la Iglesia” si estaban los chavales jugando al balón él se bajaba a jugar con ellos. Le llamaba Lalo para que abriera el portón y no había nadie. “Ya está el neñu jugando a la pelota” decía Lalo.
De “Casa Lalo” salió hacia Sidi Ifni para hacer la mili. Tiempo que recuerda con muchas anécdotas pero no todas con buen sabor de boca pues hubo momentos que lo pasó muy mal. Al licenciarse volvió a esta casa de Somió en la que siempre le trataron muy bien y de la que tiene muy buenos recuerdos. Tal que afirma con gran serenidad y seriedad que Mª Rosa la de Lalo es su madre.
Su afición al fútbol le hizo crear un equipo de fútbol en 1963, “La Redonda”, para participar en amistosos y en el torneo de barrios. Buscó patrocinadores para las camisetas, siendo el Párroco de Somió, D. Pedro, el patrocinador, pues eran todos chavales de la Parroquia de Somió y era una forma de que no estuvieran por la calle folgando, tendrían una afición, una obligación. Él era entrenador, presidente y utillero. Estaban federados y eran el equipo más pobre del torneo, pero no los peores. Jugaban contra el Sporting, El Arenal… los más destacados de aquel equipo eran Pocholo y Javier Cardeli. Entrenaban en Somió Park cedido altruistamente; como agradecimiento “Macuto” limpiaba, arreglaba, recogía o pintaba el campo. El proyecto duró un año, y algunos fueron fichados por otros equipos como el Sporting.
Se integró muy bien con la juventud de la Parroquia e iban al baile de El Jardín, del Somió Park y por el verano a El Rocamar, en todos ellos tenía fama de ligón y los amigos hacían apuestas para que sacara a bailar a las más guapas. Una de ellas es su esposa que una tarde en Somió Park la sacó a bailar, ella accedió para quitarlo de delante y nunca más se separaron. A los siete meses se casaron en San Julián de Somió y celebraron el banquete en Somió Park, de esto va a hacer dentro de poco 50 años.
De recién casados fueron a vivir dos años a San Justo, La Canterona, pero como la tierra tira pues como dice el refrán “no eres de donde naces sino de donde paces”, volvieron a Somió instalándose en La Corolla, pasaron por La Guía donde estuvieron seis años y luego compraron un piso en Gijón donde viven actualmente.
Antes de casarse comenzó a trabajar con la familia Nieto y después empezó a trabajar como barrenista en la mina de La Camocha. Trabajaba a turnos y continuaba ayudando en “Casa Lalo”. También repartía carbón de la carbonería de Tito Rubiera (Casa Espicha) por las casas cuando salía del turno de la noche a las 10 hasta las 12 de la noche. En esta época fue cuando compró el coche, el piso y se permitieron algún capricho. Su hija se crio en Somió, estudió en el Blanca Rosa de La Corolla, pasando a la Quinta “El Gallu” (frente a la Iglesia Parroquial) y terminó los estudios en el Colegio de La Asunción. En la Parroquia se bautizó, hizo la Primera Comunión y la Confirmación. De esa trayectoria su padre se muestra muy orgulloso.
“Macuto” mantiene su afición por el fútbol. Anualmente se reúne con las “viejas glorias” de El Arenal, equipo con el que jugó y también fue árbitro.
Siempre trabajó mucho y en diversos trabajos, en todos ellos cumplió, respetó, se esforzó… tal que D. Ángel Pio Sánchez, Párroco de Somió, le certificó en 2002 “es una persona muy popular en Somió donde es apreciado por los vecinos desde niño y reconocido como un hombre muy trabajador, deportista, de costumbres austeras, honrado y con muchísimas amistades en todo el barrio”.
Conoció a todos los antiguos de Somió, Corso del Pisón, Colín, Suncia o El Ché entre otros.
Como última voluntad pide que su funeral sea celebrado en San Julián de Somió, pues se crio aquí y aún continúa vinculado a la Parroquia, a sus celebraciones, eventos, ayudando en la celebración anual de la esfoyaza y enristrado del maíz y en todo aquello que se necesite.