Queridos Paloma y David

Autora: Marta Muñiz Rubiera

Porfolio Fiestas de El Carmen 2016

En primer lugar, daros las gracias por esta oportunidad que me habéis dado de felicitaros por vuestra boda. Aprovecho para decir que una de las mejores cosas que me han pasado en la vida son mis hermanas. Juntas hemos vivido buenos y malos momentos; precisamente hoy hace dieciséis años del fallecimiento de abuelita MariSol. Ahora no concibo la vida sin mis hermanas. Aunque a veces discutamos nos hemos apoyado siempre, nuestro padre nos inculcó que debemos ser como una piña y así se hace. Las cinco somos afortunadas de haber crecido en esta familia. De nuestros padres aprendimos muchas cosas; tal vez la que más me guste es que la importancia no está en el “qué eres” sino en “cómo eres”, no hay mejor educación que la que se recibe en casa. Gracias, mamá; gracias, papá, probablemente no os lo digamos lo suficiente, pero os queremos un montón.

Hemos crecido arropadas por el inmenso cariño de nuestros abuelos que, aunque no estén físicamente, nos acompañan todos los días de nuestra vida. Podría estar horas hablando de los “Muñices”, de los Rubiera, de los Galarza, de los Pidal: padres, abuelos, tíos y primos. Pero no procede. De todas formas, gracias a todos por ser como sois; sin vosotros y nuestros amigos no seríamos como somos.

Quiero agradecer a las Madres Agustinas Recoletas, para nosotras “las monjitas”, todo el cariño que nos han transmitido. Nuestra infancia no habría sido tan dulce sin sus postres. Siempre es un placer venir a verlas, aunque, debido a esta vida tan acelerada que llevamos, pasemos por aquí menos de los que deberíamos. Pero, al igual que los familiares y amigos que ya no están con nosotros, las llevamos en nuestros corazones.

Y ya sólo me queda, y creo que hablo en nombre de todos los asistentes y de los que no han podido estar hoy entre nosotros, desear a Paloma y David que sean muy felices juntos.