Autora: Asunción Rivero Cuesta
Porfolio Fiestas de El Carmen 2014
Fernando Rubiera Canal nació en el barrio de Fojanes, donde se crio, y acudió a la escuela de niños en La Guía con D. Florencio, pero no le agradaba el sistema de educación que impartía y pidió a sus progenitores que le cambiaran para la escuela de Somió, con D. Paco, donde finalizó sus estudios. Pronto comenzó a trabajar como pintor rotulista, realizando carteles publicitarios, anuncios, carteles para los campos de fútbol, rotulando furgonetas y coches… todo ello a mano. En aquellos tiempos no había tecnología para hacerlo y era una labor manual y artesana.
Hacia el año 80 era muy habitual que los equipos de fútbol hicieran la insignia para regalarla y que los caballeros la llevaran en los ojales de la chaqueta. Así comenzaron a llegar a sus manos algunas de estas insignias de los equipos locales, que comenzó a coleccionar con las de los equipos de 1ª división. Completó esta colección enseguida y le pareció fácil hacerse con ellas, así que se introdujo en el amplio mundo coleccionista. Primero acudía a una tienda en Gijón para adquirir o cambiar el material. Por mediación de la tienda descubrió unas asociaciones en Madrid y Barcelona con las cuales se empezó a cartear. Éstas publicaban unos boletines con los socios para mostrar el material que poseían y hacían reuniones anuales en diferentes ciudades cada año, donde cada uno mostraba sus pertenencias en una especie de rastrillo. Poco a poco, Fernando fue ampliando contactos y en su actual colección hay insignias de equipos de fútbol y federaciones de todo tipo y rango.
En los 34 años que lleva coleccionando estas insignias, ha conseguido clasificar 14.200 y tiene unas 500 aún sin clasificar. Las tiene de todo el mundo, pero, principalmente, de Europa. La clasificación de una colección como esta es ardua, meticulosa, laboriosa… para lo cual se debe tener mucha paciencia que surge, sobre todo, del ánimo y el gusto por lo que y con lo que se hace.
Tiene las insignias en unas “vitrinas” especiales que diseñó él mismo, con una moqueta que corta a medida y a la que le pone unos cantos de mueble de cocina; allí coloca una pegatina para escribir el nombre, año, y otros datos de su clasificación. Como la colección se ampliaba cada día más, diseñó también un mueble para que pudiera acogerla. Dicho mueble debía llevar baldas o cajones especiales del mismo tamaño que las planchas de las vitrinas. Le costó mucho trabajo, esfuerzo y dinero conseguirlo, pues nadie quería hacerlo, pero al final lo logró y ahora es consciente de que otros coleccionistas se lo han copiado.
La clasificación de las insignias se basa en detalles minuciosos: colores, forma de los balones, regiones, países… En el año 1982, con la celebración del Mundial de Futbol en España, fue cuando más surtido hubo, surtido que duró hasta cerca del año 2000, en que la expectación y el boom de este coleccionismo comenzó a decaer y, actualmente, no se encuentra en su mejor momento.
Cabe resaltar que Fernando consiguió todas las insignias de forma “manual”, es decir, nunca vía internet. Empezó carteándose con asociaciones, luego con particulares, y todas llegaron a sus manos a través de Correos. Las que son de fuera de España proceden de cambios o trueques. Para ello colocaban en un cartón las insignias con una numeración, en un papel ponían el número y la procedencia de la insignia, año, equipo… y el envío se realizaba por correo certificado. Ese es el motivo de que tenga muchas repetidas. Realizó trueques con personas de Ucrania, Alemania, Brasil, Alemania y muchos países del Este. En las cartas siempre le ponían alguna reseña en inglés, dato curioso, pues la otra persona posiblemente no hablaba el idioma… Él siempre contestaba enviando otra tanda de insignias. Nunca tuvo problemas con el correo y los trueques siempre se realizaron sin problemas, aunque sabe de algunos compañeros que sí tuvieron algún incidente.
Tiene muchas anécdotas curiosas sobre sus colegas de intercambio. La insignia más cara que adquirió fue de una Federación por la que tuvo que pagar a contrarrembolso 1.000 pesetas; era esmaltada. Hay muchos tipos de insignias -esmaltadas, gota de resina, chapa…- y, a razón de la calidad, el precio.
Actualmente pertenece a una asociación de Málaga que edita lotes periódicamente con insignias de equipos que ya desaparecieron. Esos lotes surgen de la demanda de los socios pues, cuando encuentran alguna extinguida, entonces la asociación edita los lotes.