Recuerdos, episodios de los que casi nadie se acuerda.

Autora: Mª Josefa Díaz-Laviada Prendes-Pando

Porfolio Fiestas de El Carmen de Somió 2011

Hace muchos, muchos años sólo se podía subir desde el barrio de La Corolla al de San Lorenzo por un camino estrecho que rodeaba el “prao” de la Corolla.

Se llamaba Juan el dueño de casi todo el entorno y en sus tierras abrió otro camino más ancho, más directo y más cómodo llamado ahora Camino de Las Hayas.

Como en aquellos tiempos no se podía pensar en asfaltar en una aldea (Somió pasó de pintoresca aldea a barrio residencial) a veces se rellenaban los charcos con escoria llevada en un camión.

Sigo con mis recuerdos transmitidos boca a boca.

Los terrenos que había más abajo los parceló para su venta y entre ellos quedó un “hueco”, por llamarlo de alguna manera, lleno de robles, popularmente llamado “Carbayera de Laviada”.

En una de las parcelas hizo una casa para que sirviese de “ñal” o reclamo, que tuvo su efecto y se fueron adquiriendo otras para construir unas casas que tienen las vistas más bonitas del mundo. O casi.

El nombre de Carbayera viene como sabéis, de que estaba poblada de robles o carbayos. Antiguamente el monte de La Corolla era un bosque de robles y castaños y en muchas fincas quedan algunos de esos robles, que son muy respetados y apreciados. En cuanto a los castaños, hubo no sé qué epidemia y fueron secándose poco a poco.

Este Juan, con ayudas familiares en su mayoría fundó una fábrica, hoy desaparecida, de la cual sólo queda el nombre en el barrio donde estaba situada.

Cuando no se podía ni soñar con seguros sociales, esta fábrica, donde trabajaban 600 personas, ya tenía un médico, un servicio de farmacia y un comedor con una cocina donde se podían calentar las comidas que llevaban los familiares a mediodía.

Todo queda muy lejos y habrá poca gente que se acuerde. A mí me queda más cerca porque como no había televisión los mayores contaban cosas interesantes que habían vivido.